¿ SE RELACIONAN LAS PLAGAS CON FENÓMENOS NATURALES ?

El Éxodo relata diez plagas: 1) las aguas del Nilo se convierten en sangre; 2) invasión de ranas; 3) enjambres de mosquitos; 4) los tábanos; 5) la peste; 6) las úlceras; 7) el granizo; 8) la langosta; 9) las tinieblas; y 10) la muerte de los primogénitos egipcios, niños y animales. Todas, menos la última, son calamidades que se conocian en Egipto. La muerte de los primogénitos egipcios no tiene paralelo con algún suceso natural. Se dice que las plagas ocurren regularmente en Egipto. La tierra roja que arrastran al crecer ciertos rios tributarios tiñe las aguas del Nilo desde julio hasta mediados de septiembre. Al bajar el nivel de las aguas del Nilo, en septiembre y octubre, las ranas invaden la tierra. Los mosquitos proliferan en las aguas estancadas durante noviembre. En enero el ganado pasta en campo abierto, donde es victima de enfermedades transmitidas por algunos insectos. En los meses de febrero y marzo, las granizadas ponen en peligro las cosechas. Las langostas son impulsadas por los vientos del Mediterráneo desde marzo hasta principios de mayo; y los vientos del Sáhara, de marzo en adelante, llevan arena y polvo que oscurecen el dia al caer sobre la tierra. Sin embargo, en la narración del Éxodo está la creencia de que las plagas fueron obras de Dios y no simples calamidades naturales, y que el Señor envió las plagas sólo para lograr la liberación de los hebreos. La Biblia relata incidentes en los cuales los fenómenos naturales sirven a un propósito divino. En el Nuevo Testamento, Jesús utiliza la tormenta en el mar de Galilea para demostrar su poder; ordena a los vientos que se calmen, y éstos le obedecen. En el Éxodo, la voluntad de Dios se ve en la severidad de las plagas, en su rápida sucesión y en el hecho de que no afectaban a los israelis.