ANTIGUOS CAMINOS

Aquellas veredas para bueyes y ovejas, suficientes para los pueblos nómadas, se convirtieron, con el paso de los siglos, en una vasta red de rutas comerciales que se entrecruzaban en Tierra Santa y unian los reinos de Egipto, Mesopotamia y el Asia Menor. Las dos arterias más importantes, la Via del Mar ( Via Maris ) y el Camino Real, atravesaban Palestina de norte a sur. Desde su extremo sur, la Via del Mar iba de Menfis, Egipto, a Gaza, y seguia hacia el norte, a lo largo de la costa del Mediterráneo, hasta Tiro y Sidón, y luego al este hacia Alepo, Siria. Ahi se unia al principal camino que vinculaba a los valles del Tigris y el Éufrates en el este con Asia Menor en el oeste. Cuando Maria y José huyeron a Egipto con el Niño Jesús, tras el decreto de Herodes de dar muerte a los niños menores de dos años, probablemente tomaron la Via del Mar, desde Gaza a Egipto, a través del desierto del Sinai. Desde Damasco hacia el sur, el Camino Real penetraba en el corazón de Palestina y corria al este del rio Jordán, del mar de Galilea y del mar Muerto. El segmento sur se desviaba hacia el oeste, uniendo a Palestina con Egipto; otro segmento seguia al sur, rumbo a Petra y los puertos del mar Rojo. Muchos caminos troncales cruzaban Tierra Santa, al este y al oeste, y conectaban poblaciones costeras como Ascalón, Jope y Cesarea con Jerusalén y el interior. En Palestina central desembocaban otras rutas con mucho tráfico, procedentes de los desiertos orientales. Durante su ministerio, Jesús recorrió centenares de kilómetros por esta irregular red de caminos y carreteras. Fue a Jerusalén para las festividades religiosas, visitó ciudades de la costa y recorrió los caminos que enlazaban las aldeas del mar de Galilea, tales como Betsaida, Magdala y Corazin.