DAVID Y GOLIAT

Isai ( o Jesé ) de Belén envió a su hijo menor, David, a llevar alimentos a sus hermanos, que peleaban con el rey Saúl contra los filisteos en el valle de Elat, a unos 25 km de distancia. David llegó al campamento israeli cuando los ejércitos se preparaban para el combate. Dejó sus provisiones y corrió a saludar a sus hermanos. Mientras platicaban, el campeón de los filisteos, Goliat, el gigante de Agat - cuya estatura era de unos tres metros y vestia una coraza de malla de bronce que pesaba 60 kg -, se adelantó y retó a los israelis: que eligieran entre ellos un hombre que se atreviera a luchar contra él en singular combate. " Si me mata, seremos vuestros siervos; pero si le venzo yo y le mato, quedaréis vosotros sometidos a nosotros y nos serviréis " ( 1ª de Samuel 17:9 ). Al oir esto los israelis se asustaron. Todos temieron, excepto David. Impulsado por el espiritu de Dios, preguntó con valor: " ¿ Quién es ese filisteo incircunciso que desafia al ejército del Dios vivo ? ". Las palabras de David se repitieron por el campamento y llegaron a oidos del rey Saúl. David se ofreció a luchar mano a mano contra Goliat. Para demostrar la seriedad de su oferta, David dijo a Saúl cómo habia matado a mano limpia al león y al oso que atacaron su rebaño. " Yavé, que me ha librado de las garras del león... me librará de las manos de ese filisteo " ( 1ª de Samuel 17:37 ). Armado sólo con su honda y cinco piedras en el zurrón, David fue al encuentro de Goliat. Al ver acercarse al pastor, el filisteo lo despreció: " Ven para acá, que yo daré tus carnes a las aves del cielo y a las bestias del campo " ( 1ª de Samuel 17:44 ). Sin temblar ante las amenazas del gigante, David respondió: " Hoy te entregará Yavé en mis manos, y te mataré " ( 1ª de Samuel 17:46 ). Con su honda, lanzó una piedra que dio en la frente del gigante. Goliat cayó de bruces, David corrió hacia él y, con la misma espada del filisteo, lo decapitó. Al ver la muerte de su campeón, los filisteos, presas del pánico, huyeron, perseguidos por los israelis, que mataron a muchos de ellos. Por todo Israel el pueblo celebró con cánticos las decenas de miles de muertes causadas por David. En realidad, la muerte de Goliat fue sólo el principio de las numerosas victorias que David obtuvo en los campos de batalla, lo que finalmente lo llevó a suceder a Saúl en el trono de Israel, y convertido en el monarca israeli más querido y afamado de la historia.