CHOQUE DE IMPERIOS

Como consecuencia de las conquistas de Alejandro Magno, Palestina quedó en medio de dos poderosos reinos, a finales del siglo IV a. de C., la dinastia de los tolomeos gobernaba Egipto, al sur, y la dinastia de los seléucidas regia en Siria, al norte. Tolomeo I, uno de los mejores comandantes de Alejandro, tomó pronto el control de Egipto tras la muerte de su lider. Estableció alli un reino gobernado por un grupo selecto de griegos y macedonios, con Alejandria como su capital. Tolomeo y sus sucesores trabajaron para hacer de Egipto el centro de la cultura, la ciencia y la educación helenisticas. Los tolomeos capturaron y controlaron Palestina en el año 301 a. de C. y mantuvieron el territorio hasta el 198 a. de C. Por lo general, permitian que los judios manejaran sus propios asuntos como un templo-estado. El sumo sacerdote encabezaba el gobierno judio, y la Ley de Moisés, aplicada por sacerdotes y escribas, servia como su constitución. En Siria, Seleuco I, otro de los comandantes de Alejandro, estableció un reino que llegó a abarcar desde el este de Mesopotamia hasta el mar Egeo. Uno de los más hábiles sucesores de Seleuco fue Antioco III, el Grande, quien en 198 a. de C. le arrebató el control de Palestina al joven Tolomeo V. Al principio, Antioco siguió las reglas tolerantes de los tolomeos, pero luego sufrió una seria derrota a manos de los romanos y tuvo que pagar cuantiosas reparaciones de guerra. Sus intentos por confiscar fondos del Templo de Jerusalén aumentaron el resentimiento hacia Siria y alentaron la formación de una facción pro egipcia entre la aristocracia judia. La animosidad se intensificó durante el reinado de Antioco IV ( 175-164 a. de C. ), quien se daba el titulo de Epifanes, dios manifiesto. Designó a un sumo sacerdote pro sirio en Jerusalén, Jasón, quien introdujo leyes y costumbres griegas. Entre los devotos judios tradicionalistas hubo una fuerte reacción contra el rey sirio y los judios poderosos " helenizados " como Jasón. Cuando Antioco vio que sus oponentes judios apoyaban a sus enemigos egipcios, respondió violentamente. En 167 a. de C. prohibió la obediencia a la Ley de Moisés y exigió que todos los judios se sometieran a las prácticas paganas. Un judio que observara las leyes sobre dieta o el sábado, o que tuviera un hijo circuncidado se exponia a ser castigado con la muerte. Más aún, Antioco erigió en el Templo un altar para ofrecer sacrificos a Zeus. Los judios vieron asi profanado el Templo y calificaron ese altar como " la abominación... en el lugar sagrado " ( Mateo 24:15 ). En vez de someter a los judios y destruir el judaismo, las politicas de Antioco encendieron la rebelión macabea en 166 a. de C., la que trajo un siglo de libertad para los judios.