EL SUEÑO DE JACOB EN BETEL

Con engaños, Jacob le arrebató a su hermano Esaú tanto la primogenirura como la bendición de su padre Isaac. Pero su astucia también le acarreó la mortal enemistad de Esaú. Rebeca le advirtió a Jacob, su hijo favorito, que Esaú queria matarlo, y fraguó un plan para salvarlo. En vez de dejar que Jacob se casara con una mujer cananea, convenció a Isaac de que lo enviara a Jarán, la tierra de Abraham, y tomara por esposa a una de las hijas de su hermano Labán. Una noche, durante su viaje, Jacob encontró un antiguo santuario abandonado. Cansado, se puso una piedra como cabecera, se acostó y se quedó profundamente dormido. Tuvo entonces un sueño que cambió por completo su vida: vio una escalera que llegaba al cielo, por la que subian y bajaban muchos ángeles. En lo más alto estaba Dios, quien desde alli prometió darle a él y a su descendencia la tierra en la que estaba, y estar con él y guardarlo dondequiera que fuera. Cuando Jacob despertó, aceptó como realidad el sueño que habia tenido. " ¡ Qué terrible es este lugar ! ¡ Nada menos que la casa de Dios y la puerta del cielo ! " ( Génesis 28:17 ). Jacob tomó la piedra que le habia servido de cabecera, la puso en pie como si fuera una estela, derramó aceite sobre ella y a aquel lugar lo llamó Betel, o casa de Dios. Como Dios lo habia bendecido, Jacob prometió regresar y hacer de ese sitio una verdadera casa de Dios. Después, reanudó su camino rumbo a Jarán.