EL PRIMER MANDAMIENTO

Las palabras que Moisés trajo del monte Sinai a los israelis comenzaban con el supremo mandamiento: " Yo soy Yavé tu Dios... No tendrás otro Dios fuera de mi " ( Éxodo 20:2,3 ). Era un Dios celoso que no toleraria rivales; sólo a Él pertenecia la devoción de su pueblo elegido. Al culto a un solo Dios se le llama monoteismo, pero no todos están de acuerdo en que los israelis fueran monoteistas en tiempos de Moisés. Algunos dicen que tardaron varios siglos en llegar a serlo. Al principio quizás practicaban la monolatria - culto a un dios sin negar la existencia de otros -. Casi todos reconocian a muchas deidades y, algunas veces, una y otra de ellas era elevada a una posición de supremacia. Para un pueblo asi, el Dios de los hebreos debe haber sido sólo otra deidad tribal. En medio de aquellas culturas politeistas, el llamado de Dios a deshechar otros dioses y reconocerlo sólo a Él fue un cambio revolucionario en las costumbres religiosas. Muchos de los dioses paganos eran deidades naturales; ellos suponian que controlaban acontecimientos como los fenómenos meteorológicos y las tareas humanas como la agricultura. El Dios de Israel fue diferente; estaba intimamente relacionado con su pueblo. " Si escucháis de verdad mi voz y guardáis mi Alianza, vosotros seréis mi propiedad peculiar entre todos los pueblos " ( Éxodo 19:5 ); su obediencia seria recompensada con " misericordia... a los que me aman " ( Éxodo 20:6 ). Los profetas de Israel desempeñaron un papel importante en la tarea de configurar la fe del pueblo e inducirla hacia la adoración de un solo Dios. Empezando con Elias, los profetas se opusieron a la creencia de que muchos dioses controlaban las fuerzas de la naturaleza y enseñaron que el Dios de Israel era el Señor de la Creación. Para el final del exilio en Babilonia ( 539 a. de C. ), los judios eran ya un pueblo monoteista: " Yo, Yavé, no otro, que no hay dios fuera de mi " ( Isaias 45:5 ). Su fe era algo más que una simple aceptación intelectual a creer en un solo Dios; era una firme adhesión a la alianza que su Dios habia hecho con ellos. Para los judios, el monoteismo era algo que nacia del corazón, no sólo de la mente.