¿ POR QUÉ LLORÓ EL PUEBLO CUANDO EMPEZARON LAS OBRAS DEL SEGUNDO TEMPLO ?

Pocos años después del regreso de los judios a Jerusalén, tras 50 años de exilio en Babilonia, se pusieron los cimientos de un nuevo Templo. Ataviados con sacras vestimentas, los sacerdotes hicieron sonar las trompetas sagradas, y coros de levitas entonaron alabanzas a Dios. Muchos de los asistentes gritaban de júbilo; sabian que el inicio de la reconstrucción, que terminó en el año 515 a. de C., significaba el fin del exilio y el principio de una nueva vida. Para muchos sacerdotes jefes de familia ya ancianos, que fueron testigos de la gloria del Templo de Salomón antes de que fuera destruido, los nuevos cimientos eran tan modestos que comprendieron lo que habian perdido, y " lloraban fuertemente " ( Esdras 3:12 ). Las emociones se confundian y " Era imposible distinguir los acentos de júbilo de los acentos de llanto de la gente " ( Esdras 3:13 ). Sin embargo, profetas como Ageo y Zacarias, que apoyaban el nuevo Templo, aseguraron a la multitud que, en el futuro, Dios llenaria de gloria este Templo.