LA VISIÓN DE JUAN EN PATMOS

El autor del Apocalipsis se presenta como Juan, siervo de Dios, profeta y " vuestro hermano " ( Apocalipsis 1:9 ) Juan envió sus primeros comentarios " a las siete iglesias que están en Asia " ( Apocalipsis 1:4 ), es decir, la provincia romana de ese nombre al occidente de Asia Menor. Su actitud es la de un dirigente eclesiástico que escribe para dar seguridades a su congregación; de hecho, menciona a las congregaciones en el mismo orden que seguiria un mensajero que llevara una carta de ciudad en ciudad. Juan afirma también que estaba " en la isla de Patmos, a causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús " ( Apocalipsis 1:9 ), desterrado en esa isla del mar Egeo por las autoridades romanas, por predicar el mensaje de Jesús. Su exilio ocurrió en tiempos de la persecución oficial, probablemente bajo el gobierno del emperador Domiciano ( 81 -96 después de Cristo ), aunque también es posible que haya sido bajo Nerón ( 54 - 68 después de Cristo ) o Vespasiano ( 69 - 79 después de Cristo ) Todo esto se ha deducido acerca del autor del Apocalipsis, pero hay muchos detalles que siguen en duda. Uno de ellos es si el Juan de Patmos es la misma persona identificada como el discipulo amado de Jesús, el autor del Evangelio de Juan y de las tres Epistolas de Juan. Cuando menos desde tiempos del obispo cristiano Irineo ( 180 - 200 después de Cristo ), una influyente escuela de pensamiento ha sostenido que el Juan de Patmos y el Juan discipulo de Jesús son la misma persona. Otros estudiosos, principalmente protestantes, no están de acuerdo, ya que encuentran que el Evangelio de Juan y el Apocalipsis difieren tanto en su estilo literario como en su tono intelectual. Pero a los lectores del Apocalipsis probablemente estas cuestiones les interesan menos que penetrar y comprender el mensaje de Juan de Patmos. El Apocalipsis no sólo registra las portentosas visiones de la revelación que Dios ordenó escribir a Juan, sino que también transmite la ardiente intensidad de su espiritu, la pasión de la verdad cristiana para el inevitable dia del Juicio Final. En realidad, es dificil dejar de sentir la abrumadora ira de Juan contra aquellos que perseguian a la Iglesia y que lo desterraron, y contra la misma Roma, " la gran prostituta adornada de oro, piedras preciosas y perlas; tenia en la mano una copa de oro llena de abominaciones... ebria de la sangre de los santos y mártires de Jesús " ( Apocalipsis 17:1 )