LA DOLOROSA LECCIÓN DE JOB

Job era reconocido por su piedad y fue bendecido por Dios con riquezas. Cuando el Señor elogiaba a Job ante el consejo celestial, Satán, en su papel de acusador, puso en duda la piedad de Job y fue autorizado para ponerla a prueba. En la dolorosa agonia de una enfermedad, después de perder la salud y su familia, Job recibió la visita de tres amigos - Elifaz, Bildad y Sofar -. Le dijeron que merecia su desdicha y que debia aceptarla como una manifestación de la justicia divina. Elifaz preguntó: " ¿ Es justo ante Dios algún mortal ? ¿ ante su Hacedor es algún hombre puro ? " ( Job 4:17 ) Job, que sabia que era recto y justo, clamó contra la injusticia de su sufrimiento: " Hablaré en la angustia de mi espiritu, me quejaré en la amargura de mi alma " ( Job 7:11 ) Un cuarto amigo, Eliú, reprendió a Job por poner en duda la justicia divina: " Dios es superior al hombre. ¿ Por qué le echas en cara que no responda a tus razones ? " ( Job 33:12 ) Dios entoncés increpó a Job desde el seno de la tempestad: ¿ Quién es él para objetar a Dios ? " ¿ Dónde estabas tú cuando yo fundé la Tierra ? " ( Job 38:4 ) Job comprendió que debia aceptar el hecho de que los designios del Señor son misteriosos y que nadie, ni él ni sus amigos, puede pretender explicar las obras de Dios. Se arrepintió de sus protestas y, al final, Job fue recompensado otra vez por su piedad y recuperó salud y prosperidad