VINO NUEVO EN ODRES VIEJOS

Cuando Jesús dijo que " Nadie echa vino nuevo en odres viejos " ( Marcos 2:22 y Lucas 5:37 ), indicaba que las enseñanzas y el modo de vida de los fariseos eran incompatibles con la forma en que ellos creian que debia interpretarse y aplicarse la ley. Tratar de hacer compatibles sus conceptos con los preceptos mosaicos los destruiria tanto a ellos como a sus enseñanzas: los " odres viejos " de los fariseos reventarian cuando el " vino nuevo " del mensaje de Jesús fermentara y se expandiera. Como en esa época en Palestina casi todas las personas estaban familiarizadas con la fabricación del vino, seguramente el mensaje de Jesús fue comprendido de inmediato. Cuando el jugo de la uva empezaba a fermentar, el producto se transferia de las cubas a los odres para que en ellos se continuara el proceso. Durante la fermentación se liberaban - y se liberan - ciertos gases, como el dióxido de carbono, que hinchaban la piel del recipiente. Mientras que los odres nuevos, por su flexibilidad, soportaban la expansión, los viejos, por ser quebradizos, tendian a agrietarse y a romperse.