SANSÓN Y DALILA

La debilidad de Sansón por las mujeres ya era bien conocida cuando se enamoró de la filistea Dalila. Los jefes de los filisteos, deseosos de librarse del héroe israeli, pagaron a Dalila para que descubriera el secreto de la fuerza fisica de su enemigo. La primera vez, Dalila le preguntó: " ¿ Cómo habria de atarte para sujetarte ? " ( Jueces 16:6 ). Él le contestó que si lo atasen con siete cuerdas frescas, sin secar, seria tan débil " como otro hombre cualquiera " ( Jueces 16:7 ). Mientras él dormia, Dalila lo ató según esas instrucciones y luego llamó a los filisteos. Pero Sansón despertó y fácilmente rompió las ataduras. Dos veces más, ella trató de arrancarle con lisonjas el secreto de su fuerza, pero ambas veces él la engañó y pudo evadir su captura. Dalila insistió una y otra vez hasta causarle " un fastidio de muerte " ( Jueces 16:16 ), y al fin él reveló que por ser nazareo nunca se rapaba la cabeza. " Si me cortasen el pelo al cero, perderia mi fuerza " ( Jueces 16:17 ). Después de arrullarlo y dormirlo, Dalila llamó a un hombre que le cortó las siete trenzas de su cabeza. Esta vez Sansón estaba derrotado. Sus captores le sacaron los ojos, lo encadenaron a un molino y lo hicieron girarlo. Sansón se vengó. En la prisión le creció el pelo. El héroe ciego fue conducido a un sacrificio en honor del dios Dagón y lo colocaron entre dos columnas que sostenian el templo. Sansón rogó a Dios que le devolviera la fuerza. Se apoyó en las columnas y las derribó. Al momento, el templo se desplomó y sepultó tanto a él como a los filisteos: " Y los muertos que mató al morir fueron más que los que mató en vida " ( Jueces 16:30 ).