¿ CÓMO DECIDIA LA GENTE EN QUÉ PROFETAS CREER ?

Dado que las profecias desempeñaban un papel importante en la vida de los israelis, era esencial distinguir entre las verdaderas y las falsas. El destino de una nación podia depender de si una profecia era la palabra de Dios o la invención de un hombre. En el último capitulo del Libro Primero de los Reyes, Sedecias predijo la victoria del rey Ajab en una batalla contra los sirios, pero Miqueas, el verdadero " profeta de Yavé " vaticinó que Ajab seria muerto y los israelis quedarian vencidos: por desgracia para Ajab e Israel, la profecia de Sedecias era falsa ( 1ª de Reyes 22:7 ). Una señal de profecia auténtica era un arrebato de éxtasis, a veces causado por la música o la danza. Pero la gente comprendió que tales embelesos podrian ser fingidos y algunas veces los profetas sinceros tuvieron visiones que resultaron ser falsas. Cuando Saúl encontró a varios profetas que tocaban instrumentos y danzaban, " el espiritu de Dios entró en él y se puso a profetizar con ellos " ( 1ª de Samuel 10:10 ). El éxtasis de Saúl causó sorpresa entre los que lo conocian, y se preguntaban: " ¿ También Saúl entre los profetas ? " ( 1ª de Samuel 10:11 ). Esta pregunta que según la Biblia se convirtió en proverbio tiene diferentes interpretaciones; una de ellas ve con escepticismo el éxtasis de Saúl y afirma que éste no lo hace profeta verdadero; la versión más popular es que la pregunta indica que la gente comenzaba a darse cuenta de que Saúl era ya " otro hombre ", esto es, un auténtico profeta de Dios ( 1ª de Samuel 10:6 ). El Deuteronomio trata de establecer un criterio para juzgar la validez de las declaraciones proféticas y asegura que el castigo para la falsa profecia es la muerte. Pero una profecia que no se materializa no invalida al profeta, ya que él predice acontecimientos muy lejanos en el futuro y hechos que son responsabilidad de los que le escuchan. La profecia de Jonás de que Dios condenaria a muerte a Ninive no se cumplió porque el pueblo de esta ciudad se arrepintió de sus pecados. Además, si la profecia se cumple, eso no es garantia de autenticidad. El Deuteronomio advierte que si un profeta propusiera un prodigio, y éste se cumpliera y luego propusiera: " Vamos tras otros dioses que tú no conoces, a darles culto; no des oido a las palabras de tal profeta " ( Deuteronomio 13:2 ).